Ayer por la noche salimos con mis amigas Maru y Romi. Noche de chicas, sushi en la previa (delivery barato, nada de excesos), chofer designado y todo. Nos disponíamos a volver (Maru y yo, porque la otra es muy chica y nunca había ido) a un lugar que recordábamos fantástico: Punta Carrasco, Ribera Este.
Han reflotado las instalaciones de lo que era Ribera Este y les dan a distintos RRPP los espacios para que los llenen con su gente. Ya no hay restós distintos, donde cenar caribeño, italiano o mexicano. Sólo un par de pistas con música distinta. Todo blanco, sin decoración, ni ambientación. Te pongo un par de luces, para que no te sientas mal, y unas bolas de espejos, para que te la creas que estás en una disco más o menos.
Notamos una tendencia entre las chicas: mucho vestido, mucha carne a la vista, mucho platinado. A ver, no me mal interpreten, yo no tenía puesta una sotana, pero había chicas que si iban sin ropa era lo mismo... por un trapito que dice ser un vestido pero que muestra básicamente todo...
Notamos una tendencia entre los chicos: Half a hair.
Si bien la fiesta está publicitada como para mayores de 25 años, la edad promedio no llegaba a los 23. Mucho pendex. Demasiado.
De la Ribera Este que conocí en sus años de gloria, sólo quedan recuerdos. La gente no es la misma, el ambiente es de half a hair para abajo, y ese jardín maravilloso con vista al río, es una lágrima...
Sí, todo tiempo pasado fue mejor, y los recuerdos, a veces, mejor no hacerles la actualización como al antivirus...