martes, 3 de julio de 2012

De por qué a veces ser mujer apesta!

Chiste viejo, pero cuando Adán y Eva fueron expulsados del paraíso, a Adán le dijo "Pagarás con el sudor de tu frente" y a Eva "Y tú pagarás con tu sangre", como Eva pidió piedad, le otorgó cómodas cuotas mensuales...

A este punto del partido, que hombres y mujeres trabajan codo a codo, en todas las tareas, hasta las domésticas (bue, acá podemos discutir), no entiendo por qué se nos sigue castigando con este tormento de la cuota mensual. Como siempre digo, hay cosas que si las tuvieran que sufrir los hombres, como la mamografía, serían indoloras para estos tiempos.

Mi mamá me trataba de consolar cuando era más chica diciéndome que los hombre se afeitaban todos los días. Mi viejo usa barba desde que tengo 7 años. Y de última es un tema optativo. Para nosotras no. Y no hablo de la incomodidad de tener que andar cambiándose, cuidando de no mancharte (gracias a DioR por el inventor de las alitas), lo que me jode es el hormonazo, las ganas de comer chocolate, el sentirme vulnerable sin límites.

Y no es por 3 o 4 días. A mí el humor me cambia por lo menos una semana antes. Me pongo sensible, tonta, cometo actos imperdonables, como escribirle a un ex, porque lo extraño. No logro poner mis emociones en un lugar sensato. Soy una maraña descontrolada de sentimientos y sensaciones!

Amigas, hermanas, demandemos a la industria farmacéutica que encuentre algo que no nos ponga en este lugar de vulnerabilidad TODOS LOS SANTOS MESES! Hagamos un cacerolazo! Impongamos un twitter trend! Una página en Facebook que apoye nuestra causa! Algo!

Y ustedes qué hacen ustedes cuando entran en esos días?