jueves, 13 de octubre de 2011
De cómo un día salí por los teatros a hacer stand up...
Mi boca fue sumamente cuidada por mi madre hasta que viví con ella, ortodoncia incluida, y luego por mí, con tanto de cepillo, hilo dental, enjuague con flúor, etc. Siempre tuve una sonrisa Colgate. Tengo 3 caries en toda la boca, arregladas, desde hace siglos. Hoy visita de control, dentista nueva: tengo 2 caries nuevas y me tienen que hacer un tratamiento de conducto en una de las añejas, que mi prepaga cubre sólo al 40%. O sea, no sólo voy a pasar por una cosa nueva y dolorosa para mí, sino que además la tengo que pagar de mi bolsillo. El 2011 no se ha reservado nada para mí...
Y mirando todo lo que este año he tenido que pasar, desde las aventuras en el trabajo con errores que no eran míos, pero que me siguen endilgando, hasta las desventuras amorosas, pasando por las pérdidas dolorosas personales, gente que estuvo en tu vida todo el tiempo y de repente ya no están más. Vamos, si quisiera inventarlo, no se me ocurren tantas cosas…!
Así que voy a salir con mi número de stand up, a lo mejor me hago más famosa que la Pichot! Y me gano los mangos que me van a ser necesarios para la corona del conducto…
Igual le sigo poniendo onda. Y si el conducto me agarra con la guardia baja, por lo menos me agarra en mi nuevo sofá, hArmoso, tomando té importado regalado.
Claro que uno puede ponerle toda la onda, pero mientras escribo estas líneas me tiran por debajo de la puerta la liquidación de ABL retroactiva a octubre del año pasado. Diviiiino Mauri!!! Ni en pedo te voy a pagar de un saque $400 mangos. Gracias por la facilidad de pagos, papi! Y por haberme entregado la liquidación el día después del 1er vencimiento, capo!
Tengo o no tengo razón que me hago rica haciendo stand up?
viernes, 7 de octubre de 2011
De cuando la mala onda se resiste a abandonarnos...
Mi nivel de resiliencia ha aumentado notablemente con los años. Un año como este hace un tiempo atrás y todos los amigos que leen el blog, ya hubieran tenido que pasar a dejar sus respetos a los deudos. Pero no, a pesar de todo, de los golpes, me sigo levantando y pienso: "Yo estoy segura que en algún lado alguien se me está cagando de risa en la cara". Y como digo siempre, cuando la vida te da la espalda, tocale el culo. Y yo en estos días no hago más que tocarle el culo a la vida…
A ver si me explico: No sólo tengo unos días fatales desde lo laboral…Y cuando digo fatales, es porque tarde o temprano terminará con una fatalidad: Voy a matar a alguien.
En lo personal, un dechado de maravillas: Lo que parecía ser una prometedora primera cita se convirtió en otro sapo, una especie de sapo cruza con babosa… Mi ahijada se quebró la clavícula, cayéndose de la cama, y me enteré dos días después porque mi celular funciona cuando se le da la gana… Los vecinos se empeñan en cocinar pescando en un monoambiente de 24 metros sin extractor de aire y en llenarme la casa de olor, el pasillo de olor, la vida de olor… Ok, lo del olor puede ser trivial, pero en serio, probaron a dormir en un ambiente que simulaba ser un plato de cornalitos?
Hoy pasé por la santería que está a la vuelta de casa y compré palo santo. Sí, he llegado al punto que quemo palo santo en casa, porque o me saco de algún modo la mala onda que me persigue o cuelgo los botines.
El resultado hasta ahora, nada mal: Acaba de entrar un mail con la fecha del próximo Happy Hour del Club Europeo en el Circolo Italiano… Vieron? Las brujas no existen pero que las hay, las hay.
domingo, 18 de septiembre de 2011
De la vida...
La conocí hace un par de años en el mismo festejo de cumpleaños. Macanuda. Falleció hoy. Una chica joven, llena de vida, amada por su familia y amigos. Una bacteria, aparentemente, se la devoró en 48 horas. Cuarenta y ocho horas. Hace 96 horas estaba hablando con mi amigo Walter por teléfono, felicitándolo por su cumple, haciendo planes para el sábado por la noche. A las pocas horas estaba internada. Y a las 48 horas ya no estaba.
Cuarenta y ocho horas.
Da perspectiva no? Te hace pensar en tus prioridades. En qué es lo que vale la pena y qué no. Hay gente que ante una experiencia así medita, reflexiona, y hace los cambios necesarios para ser feliz. Hacer que las horas cuenten, que no sean horas perdidas. Hay gente que lo quiere hacer, pero no lo logra. Y hay gente que no lo entiende.
Este tipo de muertes sin sentido sirven solo para una cosa: Hacernos reflexionar sobre lo efímero de nuestro paso por este mundo. De lo preciosos que son cada uno de los minutos que respiramos.
Cuarenta y ocho horas. 48.
Así que como leí alguna vez: Ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera mirando. Y agrego: decile a todos los que querés que los querés, no te olvides de abrazar y besar con pasión cada vez que puedas. El resto? El resto no vale la pena.
martes, 6 de septiembre de 2011
Del sube y baja...
"Qué pasa si no puedo dejar de extrañarte?"
Qué momento… Cómo deshago un sentimiento que dura de toda la vida? En qué momento voy a dejar de extrañarte? Es cierto, ya no es constante, ni el extrañarte ni el dolor de tu ausencia. Pero te sigo extrañando intermitentemente. Y a veces siento que nunca voy a poder eliminarte completamente de mi sistema…
Y luego me acuerdo de que hubo un lapso de dos años en los que no te pensé, en los que mi determinación de no sufrir más fue más fuerte que la conexión que nos unía. Dos años en los que tu presencia, a través de mensajes de texto, me molestaba, me fastidiaba. No te extrañaba, era libre por primera vez desde los 14 años. No dependía de vos, de tu presencia. Y si pude hacerlo entonces, puedo hacerlo ahora.
Paso a paso, día a día, la felicidad es una elección. Como todo en esta vida...
domingo, 4 de septiembre de 2011
De las estaciones
sábado, 13 de agosto de 2011
De los ciclos
domingo, 7 de agosto de 2011
De las elecciones 2
martes, 12 de julio de 2011
Del progreso
viernes, 17 de junio de 2011
De los sueños
Un sueño vívido, de esos que cuando te despertás te preguntás si no sucedió en realidad, si no estás evocando un recuerdo de algo que realmente pasó. Esos que hasta que te despertás te dan paz, te dan lo que anhelás, te llenan el corazón de calorcito. Pero son los mismos que cuando te despertás te dejan un sabor amargo, un dolor en el mismo lugar donde antes habitó el calor, el mismo donde está el vacío que me dejó tu partida, tu indiferencia, tu silencio.
Y vuelvo a soñar con la máquina de borrar recuerdos de Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos. Olvidar que alguna vez volviste a mí, que alguna vez quisiste ser feliz conmigo, que fui feliz con vos. Olvidar el dolor de no lograrlo, olvidarte, borrarte, hacerte inexistente en mi memoria, en mi piel, en mi alma.
Todos los días, al despertar, elijo ser feliz. Ser feliz sin vos. Hay días en que lo logro. Otros días, como hoy, no.
miércoles, 15 de junio de 2011
De las conversaciones con El Pelado I
El Pelado es una fuente de sabiduría masculina, pero es un puente entre los marcianos y las venusinas. Como una Piedra Rosetta para decodificar las relaciones entre ellos y nosotras. Las charlas en la cocina de la oficina son siempre fuente inagotable de insight en el, a veces, incomprensible razonamiento masculino.
Hoy hablábamos de las expectativas. Lo que mata las relaciones es la expectativa, dijo. Y yo agrego, las altas expectativas. Está bueno estar expectante, pero no pensar en casamiento a las dos salidas chicas... Los hombres son todos bastante básicos, y funcionan todos más o menos de la misma manera: basta que no les rompas las bolas para que funcionen mejor... palabras más palabras menos de El Pelado. Las expectativas, cuando puestas de manifiesto, se convierten sí o sí en causa de dolor, de huevos.
Así que, vos chiquita, vos jovata, hazte un favor, hazle un favor, no jodas. Sé feliz con lo que el presente te da, goza a pleno este momento, lo que va a venir, vendrá y si no viene, vendrá otra cosa, siempre mejor, nunca peor. Porque como dije muchas veces, lo que pasa es lo mejor.
Y ustedes, tienen un amigo Pelado que les abra los ojos?
martes, 7 de junio de 2011
De la solidaridad
‘Abrigo donde hay frío y puentes donde hay muros’
Radio La Colifata, el Servicio 17 del Hospital Borda y Cooperanza invitan a que el puente lo hagas vos!
El sábado 11 de junio, a partir de las 13 hs. En los jardines del Borda, organizamos un festival con el objetivo de recibir ropa de abrigo para los internos.
A raíz de la falta de gas (más de 50 días), entre otras carencias, creemos que entre TODOS podemos hacer algo para sobrellevar la situación por la que está atravesando los internos del Hospital José T. Borda.
Sólo te pedimos que dones alguna prenda de abrigo en buen estado y limpia. Es importante que sepas qué es lo que necesitamos, para lo cual somos muy específicos: zapatillas, pulóveres, camperas, medias, calzoncillos, remeras manga larga, bufandas, buzos, pantalones de jeans o joggings y frazadas.
Durante la jornada se irán sumando músicos, magos y artistas en general.
Durante la jornada haremos conexiones directas con la primer fiesta organizada por LA ASAMBLEA PERMANENTE DE USUARIOS DE LOS SERVICIOS DE SALUD MENTAL la PINK FREUD!
El lugar de encuentro es en los jardines del Borda. Ramón Carrillo 375 C.A.B.A. En Radio La Colifata y será transmitido en directo por el 100.1 fm y por www.lacolifata.org online en internet.
Contamos y agradecemos tu presencia.
NO SE SUSPENDE POR LLUVIA
Organizadores de este evento:
Radio La Colifata – Alfredo Olivera 155 000 4601
Servicio 17 - Lic. Silvana Heinze – 15 6640 5060
Cooperanza
‘Abrigo donde hay frío y puentes donde hay muros’.
domingo, 15 de mayo de 2011
De donde venimos...
viernes, 29 de abril de 2011
De los cumpleaños
martes, 26 de abril de 2011
De los viajes 5
jueves, 14 de abril de 2011
De los balances 2
miércoles, 13 de abril de 2011
De los viajes 4
Mi primer viaje en avión fue a la provincia de Santiago del Estero, con mi papá, para el viaje hasta falté un par de días al colegio. Y ahí empezó mi historia de amor con los vuelos. Más tarde me tomé mi primer vuelo sola, hacia Italia, con 16 años y la apariencia de 13. Y cuando llegué a Roma y me tomé el segundo avión fue la primera vez que lloré en el aire. Lloré porque este avión me llevaba cada vez más lejos de mi casa.
Cinco años más tarde, ese lugar se había convertido en mi casa lejos de casa. Mi punto de referencia. El lugar al que volver cuando necesito reencontrarme. Es un lugar y ese lugar son personas. Personas que extraño todos los días. La vida me permitió con algunas de estas personas seguir en contacto casi constante, aún antes del mail, ni hablar de Facebook.
De todos modos hay algo irreemplazable a la hora de necesitar reparar un corazón herido, como en 1999 y el mítico viaje a la Ciudad Eterna, o volver a empezar y reencontrarse con el pasado como el viaje al Ombligo del mundo en el 2000, o reafirmar lazos y desmitificar amores como el viaje otra vez a la Ciudad Eterna del 2005 para el casamiento de mi amiga/hermana... Qué decir del viaje al rescate de otra alma en pena en 2007 a la tierra de los Mayas, con visita a ese increíble lugar en la tierra y en mi mente, Antigua... O el rescate de otro corazón en llamas en octubre del 2009 a la ciudad que nunca duerme... La posibilidad que dan los viajes, el acortar distancias físicas, o de poner distancia para poner perspectiva a las cosas, es maravilloso.
Cada viaje a lo largo de los últimos 20 años ha tenido un propósito. El que viene tiene uno muy concreto, volver a encontrarme, a encontrar mis fuerzas, conectarme con mi esencia. Por qué la voy a buscar a Suiza y a Italia? Porque es donde está parte de mi familia agrandada, mis dos hermanas del corazón, y lamentablemente a la otra esta vuelta no la encuentro, porque está en la otra punta de otro continente. Porque solamente ellas saben cómo volver a juntar mis pedacitos. Solamente sus abrazos y sus hombros tienen la capacidad mágica de calmar mis lágrimas.
Viajar es un placer. Viajar es una terapia. No resuelve mágicamente las cosas. No es instantáneo. Nadie deja de sufrir cuando pasa por migraciones y le sellan el pasaporte... Pero es el primer paso.
martes, 12 de abril de 2011
De cómo nos fuimos complicando...
En qué momento, cuando pasamos de adolescentes a adultos, sentimos la necesidad de hacer una disección de cada cosa que pasa con el otro? De poner bajo la lupa cada palabra, cada actitud, cada momento pasado juntos? ¿Por qué no podemos estar, transcurrir, vivir el momento, sin estar pensando en qué es lo que va a pasar? ¿Qué nos lleva a poner la mente en eventos futuros y no vivir el absoluto presente? ¿Por qué tenemos que definir lo que nos pasa? ¿Cuándo empezamos a pensar en vez de sentir?
Pueden decirme que en parte, uno de los motivos por los que hoy estoy sola es porque sentimos demasiado y no pensamos en lo que hacíamos... pero tampoco digo que una cosa sola sea buena. Los extremos nunca son buenos. Pero anteponer el cerebro al corazón, en temas del último, es como poner el carro antes del caballo...
Y ustedes, ¿cómo ven la mano de las relaciones? A ver, a mis amigas casadas desde hace siglos, a las que están bien, ustedes malditas (a las que envidamos sanamente... OBVIO), ¿cuál es su fórmula?
A partir de la semana que viene el blog volverá a tener su sección viajera. Me voy a reparar mi corazón con "ahujeritos" a Ginebra y Trieste. Hay cosas que siempre hacen bien: Una copa de vino tinto, un chocolate y un viaje. Sin duda es la mejor terapia.
lunes, 28 de marzo de 2011
De la suerte 3
sábado, 19 de marzo de 2011
De cómo se sigue adelante
jueves, 17 de marzo de 2011
De la suerte 2
viernes, 11 de marzo de 2011
De cómo se sale de esto
Creo que el enojo no conduce a ninguna parte. El rencor, el tratar de echarle la culpa al otro, el odiar al otro para superar el dolor, no es verdadero amor. Creo que cuando el amor no se termina, pero no puede superar obstáculos, lo que queda es infinita tristeza, no odio, no resentimiento, no rencor.
Y que únicamente el perdón desde el corazón, y el amor incondicional, aún cuando no estés con la persona que amás, ni vayas a volver a estar con él/ella, es el único camino hacia la sanación de un corazón lastimado.
Por experiencia personal sé que odiar no lleva a ninguna parte. Enojarse sólo trae más tristeza y es inútil colgarle cartelitos con adjetivos al otro para desdibujar la figura del ser amado. Ahí abajo sigue estando, y el amor no se acaba por más culpas, adjetivos descalificativos y análisis negativos que podamos hacer...
Así que hoy yo elijo seguir adelante, sin rencor, sin odio, sin culpas. Agradeciendo a la vida la oportunidad de haber vivido una gran historia de amor, sin final feliz, como Romeo y Julieta, y me preparo para hacer mi duelo, desde un lugar mucho más sano que el enojo...
Y ustedes? Creen que es mejor el odio, el rencor y el enojo para superar una ruptura o prefieren un método menos negativo?
martes, 8 de marzo de 2011
De empezar de nuevo
viernes, 25 de febrero de 2011
Del dolor
Qué hacer cuando a vos o a la persona que amás, le duele el alma? Estuve en las últimas semanas en este predicamento. Qué hacer para arreglar un corazón/alma rotos. No lo logré. A pesar de mis mejores esfuerzos.
Gran parte de arreglar un corazón roto, requiere que la persona involucrada quiera que se arregle. Mi amiga Romina sabe de lo que hablo. En este caso, no es que él no quiera, es que de momento no puede. El dolor en el alma o en el corazón debe ser uno de los dolores más jodidos. No hay pastillas, ni jarabes. Sólo grandes cantidades de amor, paciencia y tiempo pueden sanarlo.
Amor, sabés que estoy acá, que te amo y que te espero.
martes, 25 de enero de 2011
De la gente mala
Cuando yo era chica y tenía problemas en el colegio con algún compañerito, por lo general con Rolando que me pateaba la mochila hasta deshacerme las costuras, mi padre me decía las sabias palabras: “En la vida va a haber un 33% de gente que te ame, un 33% que te odie y un 33% al que le serás indiferente”.
Durante muchos años, esas palabras me guiaron por la vida, sin tratar de agradar forzadamente a ningún porcentaje de más. A veces me sucedió de encontrarme con algún representante de ese 33% que me odia, sin saber por qué o qué había hecho yo para merecer tal atención. Y es lo que me pasa en este momento. Me he cruzado una vez más con un representante del bendito 33% que me odia.
No soy una carmelita descalza, no puedo decir que soy solo amor y paz y que nunca odié a nadie. Pero creo que puedo decir a ciencia cierta que jamás hice nada intencionalmente para perjudicar a nadie. No me nace ser jodida. Prefiero el viejo adagio chino… siéntate a la puerta de tu casa. No gasto energías en hacerle daño a nadie. No me va.
Y la verdad es que no entiendo a la gente que lo hace. No entiendo qué puede traerle de bueno a alguien querer perjudicar adrede a otra persona… Cuál es la ganancia? Qué beneficio le trae a una persona ser mala?
Conozco a una persona que necesita el conflicto permanente con alguien de la oficina. Va cambiando de target, como para no aburrirse. Y nosotros, los que trabajamos con ella, vamos sufriendo la furia de su maldad. Y se empeña en salir de su camino para hacer daño.
Y a veces la miro y me pregunto: Qué es lo que te lleva a ser tan mala? Es inseguridad? Es incapacidad de relacionarte con los demás? Es porque no sos feliz y querés que nadie lo sea? Es de pura hija de puta?
Llego a la conclusión que ni vale la pena buscarle la explicación. Al fin del día, me da mucha pena. Una persona así de mala no puede ser feliz. Y yo que lo soy, sé de lo que se está perdiendo…
Y ustedes, se cruzaron con su 33% maldito?
jueves, 13 de enero de 2011
De los errores
Me sentí mal, físicamente mal. Querer que la tierra me tragara, un eufemismo. Creí que iba a llorar toda la noche en casa. Comprendo que un error lo tiene cualquiera, porque somos humanos, etc. etc. etc. Pero sucede que hace muchos muchos años me creí la de la niña perfectita, la que cumple con todo y las expectativas de todos y si no lo cumple no es digna de...
Cuando cometo un error, lo que me mata no es el error en sí. A veces son nímios. A veces ni se notan. No puedo creer que yo, yo justamente yo, no sea perfecta. No me perdono los errores. Y, lamentablemente para los que me rodean, a veces no se los perdono a ellos.
Pero voy aprendiendo. En los últimos tiempos comprendí que hay cosas mucho más importantes que los errores y que el perdón es más agradable y gratificante que el rencor. Que saber perdonar es mucho mejor que hacer las cosas a la perfección. Me queda aprender la lección más difícil: perdonarme a mí misma por los errores que cometo.
A ver, repitan: Nadie es perfecto, nadie es perfecto, nadie es perfecto. Y yo tampoco...