Los últimos días han puesto mi paciencia a prueba. Tuve de todo: inseguridad, inundaciones, desamor, complicaciones laborales, pidan y les cuento... Y luego pasa algo que te devuelve la fe en la humanidad. Hoy fue una conversación telefónica con una persona que conozco desde hace muy poco. Me sorprendió su calidad humana. Y me emocionó su solidaridad.
Puede que el 2011 no haya empezado de la mejor manera, pero ya nos vamos a ir amigando, vamos a hacer las paces y las cosas van a salir bien. Porque como digo siempre, tengo un equipo de rugby por ángeles guardianes. Y los míos deben tener algo de maoríes, y ya están preparando un Haka para amedrentar al enemigo...
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