lunes, 21 de junio de 2010

De cómo pasan cosas inesperadas 2

Hoy, feriado, frío, pensaba no hacer absolutamente nada... Pero nunca planees con anticipación el "nadismo", Murphy se ocupará de que no lo logres.

Estaba con mucha pachorra y calma mirando una peli para adolescentes (tipo la Sixteen Candles de nuestra adolescencia, queridas treintantosñeras), cuando escuché un estallido en el living... Pensé que se había desprendido la araña del techo, tal había sido el ruido. Pero la araña seguía en su lugar. No veía qué había sido, no lograba ver el origen del tema, hasta que empecé a ver vidrios por todos lados, desde la ventana hasta la puerta de casa.

Salgo al jardín y veo una pelota de fútbol justo bajo la ventana. Y el vitraux del ventanal hecho añicos... Dos vidrios en pedacitos y el plomo que los sostiene completamente combado hacia adentro...

Tremendo. Había sido un pelotazo del club. Un tipo, digno de jugar en Sudáfrica, la había clavado en mi ventanal. No entiendo cómo desde una cancha que está a más de 50 metros de mi casa, con un paredón de 3 metros que separa el club de mi casa, etc, la pelota logró romper mi ventanal.

Y mis ganas de no hacer nada, se hicieron añicos como los vidrios. Teléfono con el club, fotos para el seguro, aspiradora...

Y saben lo peor??? Lo peor es que me perdí el final de la película!!! Una hora mirando una pedorrada sin antecedentes, para pederme el final!!!

lunes, 14 de junio de 2010

De las rachas

Hace unos días comentaba cómo las cosas nunca vienen solas, ni las muertes de los famosos, ni las cosas que se rompen en la casa, nada nada viene solo. Y la miseria ama la compañía.

Este fin de semana tuve de todo, desde complicaciones de salud familiares, cancelaciones de deptos que iba a ver para comprar, y hasta Messi le erró a un gol que era imposible por culpa de la maldita Jabulani...

Pero el festival de cancelaciones empezó con la cancelación de una cita. Cita convocada por él, no por mí. Encuentro propiciado por él, no por mí. A ver si se entiende: Nadie lo fue a buscar, vino solito. Y por segunda vez en menos de dos semanas, canceló a último minuto...

Y por supuesto, este evento abrió las compuertas de la desgracia canceladooooraaaa: El viernes, la cita, el sábado, la visita a un depto y la salida de la noche (justificadísima por mi amiga Vir, que tenía que ver a un amigo que se va a vivir afuera), el domingo me cancelaron la visita de un depto para el lunes... Si me cancelan algo más, me incazzo, pero MAL.

Sépanlo, hombres, no se busca a una señorita para cancelarle el encuentro una hora antes. No es educado, no es caballeroso y nos deja re contra re calientes (no en el buen sentido precisamente) por unos cuántos días. Así que, la próxima vez que me invites a nada, asegurate que no tengas nada pendiente, que no te salga un programa imprevisto, que no se te muera el canario ahogado... porque después, como las cosas no llegan solas, me llueven el resto de las cancelaciones... OK?

He dicho.