A veces el cerebro nos juega una mala pasada. Mi cerebro, al que adoro con toda mi alma, es un jodido. Y esta noche se pasó de la raya. Soñé que volvía a verte. Que me amabas y querías estar conmigo de nuevo...
Un sueño vívido, de esos que cuando te despertás te preguntás si no sucedió en realidad, si no estás evocando un recuerdo de algo que realmente pasó. Esos que hasta que te despertás te dan paz, te dan lo que anhelás, te llenan el corazón de calorcito. Pero son los mismos que cuando te despertás te dejan un sabor amargo, un dolor en el mismo lugar donde antes habitó el calor, el mismo donde está el vacío que me dejó tu partida, tu indiferencia, tu silencio.
Y vuelvo a soñar con la máquina de borrar recuerdos de Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos. Olvidar que alguna vez volviste a mí, que alguna vez quisiste ser feliz conmigo, que fui feliz con vos. Olvidar el dolor de no lograrlo, olvidarte, borrarte, hacerte inexistente en mi memoria, en mi piel, en mi alma.
Todos los días, al despertar, elijo ser feliz. Ser feliz sin vos. Hay días en que lo logro. Otros días, como hoy, no.
5 comentarios:
Me emociona. Nada más, sólo eso. me emociona.
@nomileb
:-) Gracias melli! Me levanté angustiada, por lo menos ponerlo en palabras ayuda, como dijiste. Besos
Sígalo intentando.
Yo seguiré haciendo lo mismo por mi parte.
Muy lindo blog.
Saludos.
Yo. Nacido bajo el signo de la virgen...
Hola Guillermo! Gracias por tu visita, ya estoy visitando Olarticoncha, me gusta.
Cómo van tus intentos?
¿Mis intentos? Maso... Hoy, por ejemplo, no lo logré...
¡Sí, te vi al costadito, ahí, en Olarticoncha! Me alegro de que te guste.
Pegate una vuelta también, si tenés ganas, por Carne con Alambre.
Saludos y gracias por pasar.
Publicar un comentario