martes, 30 de junio de 2009

De las elecciones

El domingo fui presidente de mesa, voluntaria. Estaba súper convencida de estar haciendo lo correcto, contribuir de alguna manera con la democracia, visto que no participo políticamente por falta de alternativas que me representen...

Todo muy bonito hasta que me tocó levantarme a las 6 de la mañana un día domingo. Ahí ya me empecé a cuestionar mi sanidad mental. Como en casa no había leche, salí más temprano para pasar por la Petrobras a comprar un café con leche. El frío de las 6:40 am me confirmó que tenía un tornillo más que flojo.

Ya en la escuela, rodeada de canas que no hacían más que demostrar que nada ha cambiado desde el regreso de la democracia entre nuestras fuerzas armadas, me dije que tal vez mi esfuerzo valía la pena, solamente para demostrarles a estos orates que la gente banca y voluntariamente esta democracia.

La escuela tenía solamente 6 mesas, 3 femeninas y 3 masculinas. Como las aulas están alrededor del patio, se suponía que las mesas iban a estar a la intemperie. Y adelantamiento de las elecciones mediante, un adecuado domingo de fines de mayo, con la gripe porcina acechando por los rincones, la condena a muerte por congelamiento era casi segura.

Como la autoridad de la Justicia Electoral brilló por su ausencia, movimos las mesas hacia el hall del colegio, amparadas por la nueva modalidad de "biombo crepuscular". Explico: Las boletas no estaban en un aula, a la vieja usanza del cuarto oscuro, sino colgadas dentro de unos organizadores tipo para el placard, de plástico transparente, del lado interno de un biombo de tres hojas. Algunas de las fiscales me comentaron que en algunas universidades se vota de esa manera.

A las viejas de Belgrano mucha gracia no les causó. Algunas se lo tomaron con espíritu deportivo. Otras con mucha persecuta - Esa señora estaba mirando qué estaba votando yo! La mayoría sólo se quejaba porque no les resultaba fácil encontrar la boleta que buscaban.

Nota a parte para la logística testimonial del PRO, que dejó a sus fiscales, todos ellos volutarísimos, a un café y dos medialunas por todo el acto electoral. La de mi mesa se comió las viandas que vinieron en la urna para las autoridades de mesa (ya que la suplente y yo preferimos comernos lo que nos trajeron de casa).

El día fue tranquilo, mi mesa altamente ordenada y sistematizada. No pude con mi genio y armé una perfecta cadena de montaje de control, entrega de sobre, pegado de sobre y sellado de DNI sin fisuras, sin cuellos de botella. Nadie tuvo que esperar más de 3 minutos. Una mesa feliz. No como la de al lado en la que la presidente se peleó con la fiscal de la Gorda y sufrieron las ciudadanas, llegando a hacer colas de hasta 1 hora.

El escrutinio, en los tiempos del cerdito, fue con guantes de goma. Pero nada fue tan satisfactorio como ver salir 3ro a Pino en una mensa de Belgrano y que Heller sacara 15 votos, de 287.

Y cómo votaron ustedes? Esperaron mucho? Ganaron?

4 comentarios:

ale dijo...

Perdimoooooooooooooooooos...

Pero es otra historia.

Nanita dijo...

Loca linda, como se te ocurrió antotarte :) yo ni loca me levanto tan temprano el domingo, pero igualmente me enorgullecen tus convicciones amiga mia!
Besote

Paula Cautiva dijo...

Ale: Ya volverán a ganar. Italia no puede ser tan hueca...

Nat: Gracias amiga, me emociona que te sientas así... :-)

Unknown dijo...

Queremos nuevo post! Queremos nuevo post!

Sino me declaro en huelga yo también! (Ni que estuviera escribiendo mucho, juaaa)

:)

EXTRAÑO DE MI ABUELA! Y su dueña!