lunes, 5 de abril de 2010

PD: Roncás...

La semana santa me dio la oportunidad de volver a un lugar soñado: Las Dalias. Se los recomiendo a todos aquellos que quieran relajarse, comer sano y darle un break al espíritu del mundanal ruido. Ruido que nos persiguió hasta San Luis...

El viaje es un poco tedioso para los que van en micro, porque entre otras cosas te puede pasar que, como a nosotras, te toque un vecino de asiento involuntariamente molesto. Habíamos salido de Buenos Aires, mis dos amigas y yo, con un cansancio importante, luego de trabajar todo el día, y pensábamos que, coche cama mediante, podríamos dormir hasta llegar a destino.

Cenamos la maravillosa comida del servicio a bordo, puaj, y cuando apagaron las luces para poner "PD: Te amo" dijimos, es la nuestra, esta peli re da para dormir... Debo confesar que jamás la había visto. Hilary Swank en papeles románticos me convence menos que político en campaña. Me tapé, acomodé la amohadita y cerré los ojos. Me quedé casi instantáneamente dormida.

A un cierto punto, un ruido feroz me despertó. Pensé que era un desperfecto mecánico, un problema en el motor. No, era el pasajero del asiento de atrás, al otro lado del pasillo que roncaba a decibeles insospechados. Todo esto en medio del emotivo final de la película, en el que la protagonista declara que las cartas la habían devuelto de la muerte... Como a mí los ronquidos de los brazos de Morfeo: PD: Roncás!

Entonces, una vez mas pensaba, que qué lindas y románticas son las película de Jolivud, cuando en la realidad te toca dormir seguramente como un tipo como el del micro que, a propósito, era casado, pelado y gordito. Nunca un Gerard Butler, nunca un Rob Pattinson, nunca un Robert Downey Jr... Así que chicas, a poner los pies en la tierra, y recuerden, nada de PD: Te amo... PD: Roncás! Esa es nuestra realidad.

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