viernes, 22 de octubre de 2010

De cuando nos tropezamos con la misma piedra

Hace unas semanas escribía esto. Pero luego me di cuenta de que hay personas que ya viven su vida personal como viven su vida laboral...

En los últimos tiempos he llegado a la conclusión de que yo soy así, me entrego completamente a mi trabajo como lo hago con mis amistades. En mi trabajo me pagan un sueldo y si la cosa no es recíproca, salgo por la puerta, me pego una vuelta por el shopping, pongo perspectiva y chau.

Qué pasa cuando en las relaciones interpersonales no hay reciprocidad? Qué sucede cuando das oportunidades para luego recibir nuevamente la misma respuesta? La inversión afectiva se recupera? O sólo queda bajar la persiana y moverse a nuevas amistades, aceptando que al final amigos sólo se pueden contar con los dedos de una mano y el resto son circunstancias?

En fin, reflexiones de un viernes... Qué hacen ustedes en estas circunstancias? Amar y perdonar o bajar la persiana?

2 comentarios:

María Jimena dijo...

Me encanta lo que escribís, a pesar de que no tenemos edades cercanas, en algunas cosas me siento identificada :) Encontré tu blog de casualidad y me parece muy lindo! saludos!

Paula Cautiva dijo...

Hola Jimena! Gracias por pasar! Siempre bienvenidas las lectoras nuevas, no importa la edad... Besos!