miércoles, 2 de abril de 2008

De los viajes

Viajar no es algo extraño para mí. Recuerdo mi primer viaje en avión a Córdoba o fue a Santiago del Estero? Mi papá seguro se acuerda, fue con él. Pero a partir de los 16 años el tema se hizo intensivo, y no paré más: Viajar es un viaje de ida...

A fin del año pasado me fui a pasar las fiestas a lo de una de mis mejores amigas/hermanas a Guatemala. Este es mi diario de viaje, primera entrega...

Fin de año en el mundo:


En la Argentina se ha adelantado levemente, es apenas el 21 de diciembre, pero eso no parece importar. La semana siguiente comienza el miércoles. ¡El miércoles! Y luego ya es fin de año, una semana después, pero eso tampoco parece importar. Presas de una necesidad visceral de terminar con el 2007, todos hacemos las valijas y nos vamos. Poco interesa a dónde, lo importante es irse de Buenos Aires. Ya mismo.

Entonces, como el resto de mis congéneres porteños, me paso la semana de cena en cena, de saludo en saludo, de última compra en última compra, juro y perjuro que es la última vez que dejo todo para último momento. No me lo creo ni yo.

Coincide este año con una serie de eventos nada insignificantes: me recibí (me tomó solamente unos 10 años, pero quién está contando?), logré salir nuevamente del puesto de secretaria (por tercera vez, vamos que la tercera es la vencida!), ahora soy analista de proyecto, no suena glamoroso, pero es interesante, desafiante, y si sigo escribiendo así, me van a usar de poster girl… ja!, además también hice mi primer viaje corporativo más allá de Campana City, conocí México, conocí Costa Rica (este bancado por la Fundación Pérez Santos)… Nada mal, nada mal.

Entonces en medio de esta oleada reflexiva, apago mi laptop en la oficina, saludo a todos, me despido con el trilladísimo “hasta el año que viene, jejeje”, y me dispongo a un viaje de hora y media a Ezeiza. Primera sorpresa: me toma 30’ salir de Puerto Madero. No quiero imaginar cómo está la autopista.

2 comentarios:

Siesta escandalosa dijo...

Me intriga tu nick.
Me encantan los paredones de las fotos.

Paula Cautiva dijo...

Ay querida Siesta, lo mismo digo! Jajaja!

El mío es simplemente el origen de mi nombre. Madre profesora en letras... por lo tanto mi nick. Pero creo que en algún lado se me ha pegado a mi personalidad.

Los paredones son de la ciudad de Antigua en Guatemala. Es una ciudad soñada.