viernes, 4 de septiembre de 2009

Del lado oscuro del corazón

Ayer me recodaron una escena de la película El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela. El protagonista tiene una cama especial, con un botón que abre unas compuertas por las que desaparece la mujer con la que se acaba de acostar. Y las chicas decían qué práctico que puede resultar un botón así a la hora de deshacerse del macho de turno, en caso de ronquidos, ruidos molestos varios, etc.

Y recordé otra escena de la película, en la que el protagonista, Oliverio, se pregunta qué pasa si en realidad todos tenemos en la vida un gran amor, y sólo un gran amor. Una única oportunidad al amor. Y qué pasa si estábamos distraídos y no nos dimos cuenta, lo dejamos ir, no lo reconocimos como lo que era en verdad.

Esa escena, esa noción de una sola y única oportunidad de amar y ser amado realmente, me atormentaron buena parte de los años 90. Cuando ví la peli por primera vez tenía apenas 21 añitos. Alguien puede estar seguro a esa edad que encontró al amor de su vida y lo dejó ir? Pero y si Oliverio tiene razón?

Ayer también pasó que un amigo posteó un corto en Facebook sobre el amor y cómo las parejas se van desgastando. De dormir como garrapatas desnudas a no tocarse vestidos como las abuelitas en una cama cada vez más fría… Como un hecho inevitable de toda pareja: el amor se desgasta, la pasión se apaga, sólo es cuestión de tiempo.

Y me pasa que en estos días dos de mis amigas más cercanas están viviendo sus crisis de amor. Me encuentro consolando a ambas y escuchando de sus bocas frases como: los hombres son todos iguales, nunca te enamores, no puedo creer que esto me haya pasado a mí.

Y yo, que estoy viviendo un despertar de los sentidos luego de cuatro años de letargo, me siento inadecuada para contener tanto a la una como a la otra. Porque como Oliverio, sigo buscando a la persona que me haga volar. Porque en contra de todos los pronósticos, elijo creer que todavía existen tipos que valen la pena. Elijo creer que no hay nada más lindo que estar de a dos. Y todas esas cursilerías que hacen que la cotidianidad sea más soportable: los mismos, los abrazos, la cucharita, las risas y las sonrisas en medio del sudor y el calor del sexo.

Sí, soy una irresponsable, lo sé. Pero me hago cargo: Soy una romántica incurable. Y sé que mis amigas, las que andan con el corazón con agujeritos también lo son.

¿Y ustedes cómo ven esto? ¿Una única oportunidad? ¿Varias? ¿Se encontraron a su gran amor ya?

4 comentarios:

matilda dijo...

Tus amigas con crisis de amor somos tres... (muy distinta lo mía lo sé). Been there (!): creer que sólo había un único amor. Hay varias, ditintas, hermosas oportunidades -sólo hay que aprovecharlas. (Lo escribo para que nos lo digamos cada vez que dudemos.)

Paula Cautiva dijo...

Matilda dear, nos lo recordaremos mutuamente!!!

Nanita dijo...

Ayyyy me cago en los hombres!

Eli dijo...

Es verdad, los hombres son todos iguales: son HERMOSOS!!!

Y las crisis son para ser superadas y quizás hay sólo un gran amor, o muchos, pero si hay uno sólo jamás puede ser el que pasó, el verdadero no viene con fecha de vencimiento.

La escena que recuerdo de esa peli es la de Oliverio con el corazón en la mano =)